Con el pasar de los siglos se han tejido muchas supersticiones respecto a nosotros, muchas de las cuales son absolutamente ridículas.
Por ejemplo:
« Los vampiros pueden dejar a la gente muda. Pueden robar la belleza o fuerza, o la leche de las madres que amamantan.En Rumania, los campesinos creen que los vampiros y otros espectros se reúnen durante la noche de San Andrés en un lugar donde no canta el cucú ni ladra el perro (...) Hay que esparcir espinas o semillas de amapola en los senderos que lleven de la villa al cementerio de la iglesia. Debido a que el vampiro debe parar a recoger cada una de ellas se lo podrá retrasar de tal manera que no alcance a llegar a la villa antes del amanecer, cuando debe retornar a la tumba » (Raymond McNally & Radu Florescu, La verdadera historia de Drácula).
Ni siquiera vale la pena imaginarme a un vampiro o moroi juntando semillas como tantos personajes de la mitología (la pobre Psique) y los cuentos de hadas (lean sino el cuento "Tres hermanas" de los hnos Grimm). Es absurdo. ¿Por qué querría esas semillas? ¿Para hacerse un plantío de opio acaso? Otros en vez de semillas de amapola, hablan de mijo o mostaza.
Pero la segunda parte de la leyenda es la que más ha arraigado y la que me parece más indigesta. El amanecer, la luz prohibida del sol... Después de decenas de películas y series con vampiros explotando (ya sabemos que a Hollywood le gusta explotar cosas, para eso les pagan a los de FXs), pareciera una verdad indiscutible que los vampiros son enemigos acérrimos de la luz del sol... Claro, salvo los vampiros con purpurina de Crepúsculo que "resplandecen" (?!) Todos hemos visto a la pequeña Claudia (la magnífica Kirsten Dunst) convertirse en un montoncito de cenizas bajo los rayos solares. Sin embargo, esa fobia lumínica no pertenece estrictamente al folklore sino al cine. Es decir, «a los vampiros los asusta la luz» -siguen McNally & Florescu- pero no se desintegran a su contacto. Stoker, que había leído historias de Europa Oriental, sólo escribe que Drácula se debilita durante el día (no se quema) y si ven la adaptación de F.F. Coppola verán a Gary Oldman pasear por Londres con anteojitos negros en horario diurno.
¿Dónde empezó todo lo demás? ¿Dónde más? Con el cine. En 1921, el director alemán Murnau decidió hacer una adaptación sobre la novela de Stoker. Como no obtuvo el permiso de su viuda - el copyright - tuvo que hacerle cambios al relato original. Entre los cambios realizados en el film que finalmente se llamaría Nosferatu se encuentra el final, con una escena erótica de sacrificio y el "monstruo" derrotado por el alba. La viuda demandó a la compañía de Murnau que quebró y, aunque se ordenó la destrucción de todas las copias y negativos de la película, la suerte permitió que esto no ocurriera.
Murnau pertenecía a la escuela expresionista, altamente simbólica, y no es extraño que utilizara la consabida oposición Luz / Bien vs Oscuridad / Maldad (y este manejo maniqueo de la imagen se sigue repitiendo, ahí tienen a Gandalf trayendo la victoria sobre los orcos a la hora del amanecer en ESDLA: Las dos Torres).
La luz del día representa a las fuerzas de Dios, la bondad, etc. La oscuridad encarna los temores humanos, los demonios, lo espectral. Pero no es más que un símbolo. El hombre primitivo relegó a los vampiros al lugar de los depredadores nocturnos y el cine llevó el estereotipo al extremo.
Es falso. No voy a salir a asolearme, pero no me hago puré si salgo. Ando más lento, como ustedes andarían con 50º de calor a la sombra. Uso lentes porque el resplandor del sol me vuelve casi ciego, pero no me calcino ... ni brillo. Los vampiros preferimos la noche porque ahí somos más ágiles y fuertes y no nos chocamos con los postes o nos caemos en los baches (lo cual, en Buenos Aires, bueh). No hay nada peor que un vampiro torpe y chicato para echar por tierra siglos de mitología.
Y como no tenemos ninguna alergia solar - solamente somos más sensibles - no necesitamos dormir en sótanos, bóvedas de cementerios o ataudes. Realmente, ¿creen que un vampiro va a andar por todos lados con un ataúd bajo el brazo? ¿Qué voy a decir? No, disculpen.... es que llevo a John Locke de vuelta a la isla...?
Bela Lugosi podía dormir en un ataúd, pero yo no estoy tan loco. Sinceramente, ¿no creen que es incómodo?
Supersticiones - 1 parte
Written by John Doe on lunes, 11 de enero de 2010 at 7:36 p.m.
"Vampire by Armand Alucard"
0
comentarios
Categories:
supersticiones
Share this post - Email This
i
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (RSS)
0 Responses to "Supersticiones - 1 parte"
Publicar un comentario