El origen de los vampiros - 2 parte

El apelativo "vampiro", a través del eslavo oper, proviene de ese gran semillero de lenguas que es el indoeuropeo. Pero no es un término muy técnico que digamos. Tampoco lo es "cadaver sanguisugus" o "nosferatu". Por eso se acuñó en 1814 el nombre provisorio de Homo Sapiens Sanguinarius, siendo modificado en 1849 por el de Homo Sapiens Cruorevescens. Aclaro que estos datos no aparecen en ninguna enciclopedia tipo Sopena o Espasa ya que hasta ahora sólo han sido de uso interno de nuestra especie.
Aquellos primeros vampiros que surgieron luego de la plaga (por razones prácticas continuaré con la nomenclatura clásica) son los llamados Generación Alfa. El origen múltiple impide por tanto hablar de un vampiro "madre" o "padre", que quede claro. No hay abejas reinas que lleven el peso de toda una raza sobre sus hombros, eso resulta ridículo.
Repito entonces: si bien el vampirismo fue activado a partir de un virus, no es un virus en sí mismo. Admito que en cierto punto se parece al VIH, la diferencia está en que los genes ya estaban dispuestos para una mutación. Al no ser un virus no se contagia, así que no piensen que si son mordidos por un vampiro se convertirán en uno. Es mucho más complejo que eso. Aquella Generación Alfa, antes de entrar en un trance de muerte y transformarse, tuvieron hijos y les transmitieron por vía vertical sus características. Así ha pasado de generación en generación. No lo sabemos, pero aquellos que no somos puros Homo Sapiens y por lo tanto inmunes a todo cambio, podemos ser vampiros en estado latente.
Esto explica por qué los vampiros sí somos matemáticamente posibles y no nos multiplicamos como conejos. El vampirismo es una predisposición genética que puede o no activarse y, en tanto la mutación no se estabilice, seguirá de la misma manera.

¡El vampirismo no es infeccioso!

"Victorian Horrors by

Chocolatehomicide - 

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